La ONU insta a la liberación inmediata de ciudadanos secuestrados en Colombia y aboga por el respeto a los derechos humanos en Arauca

Reportaje: Leonard Enrique Peña Bermudez
La Oficina de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Colombia emitió el miércoles un llamado urgente para la “rápida liberación sana y salva” de dos ciudadanos venezolanos que han estado desaparecidos desde el 15 de noviembre en el departamento de Arauca. Estos individuos fueron identificados como Sandra Moreno y Miguel Niño, según informó la ONU a través de un mensaje en su cuenta de X (anteriormente Twitter), acompañado de fotografías de los dos secuestrados.
Además, la Oficina reiteró su solicitud de liberación para Hugo Rojas, Miguel Guerrero Cortes, Juan Guerrero Pelayo y José Mora, quien alcanzó la mayoría de edad mientras estaba en cautiverio, todos secuestrados el mes pasado en el mismo departamento. La ONU instó al estricto cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y de los Derechos Humanos en Arauca, haciendo un llamado al respeto por la vida, libertad e integridad de todas las personas desaparecidas y privadas de libertad por actores armados no estatales.
El secuestro ha generado debate público en Colombia, especialmente debido a las negociaciones de paz entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Esta guerrilla se ha negado a renunciar al secuestro con fines económicos, justificándolo como una fuente de financiación para sus filas. La polémica se intensificó tras el secuestro en octubre pasado de Luis Manuel Díaz, padre del futbolista Luis Díaz, delantero del Liverpool, perpetrado por el ELN, quien lo mantuvo en cautiverio durante doce días antes de entregarlo a una comisión humanitaria.
En un giro, la principal disidencia de las FARC, el Estado Mayor Central (EMC), también involucrado en negociaciones de paz con el Gobierno, anunció la suspensión de secuestros con fines económicos. Este cambio de postura busca contribuir a un clima más propicio para la construcción de la paz en la convulsa región de Arauca. La ONU, en su llamado, abogó por el respeto a los principios humanitarios y la protección de los derechos fundamentales en medio de este complejo escenario