Estoy vivo de milagro, dijo José Santos Ruíz. Sus dos escoltas y el carro blindado lo salvaron.

Desde el interior de una camioneta blindada José Santos Ruíz sintió por un momento que su vida había llegado a su fin, luego que sujetos en un vehículo particular lo atacarán a las afueras de su finca vía al Caracol en Arauca.
Contó que les lanzaron granadas y dispararon con armas de grueso calibre. “Los dos hombres de la UNP que me acompañan estaban muy preparados y contuvieron el ataque de los cinco urgentes. Logrando herir a varios”, aseguró.
“Uno de los escoltas estuvo todo el tiempo dentro del automotor, acompañándome y el otro se bajó a disparar. Todo parecía ir en contra nuestra pero el profesionalismo de los muchachos y el blindaje del vehículo nos salvaron”, contó.